Sabemos que nuestros cuerpos tienen un reloj interno que nos despierta por las mañanas y para algunas personas, el ritmo cardíaco es más acelerado, por lo que se levantan y trabajan más temprano.
Para otras personas, este reloj va más despacio y esto se debe a la elevada presencia de la hormona melatonina que persiste por las mañanas. Es por eso, que los entrenamientos por la mañana se perciben mucho más duros, ya que el cuerpo aún está en modo descanso. A las personas trasnochadoras suele faltarles motivación y niveles de atención para dar lo mejor de sí durante el día y su productividad suele aumentar a partir de las 6 de la tarde.
La decisión sobre cuándo entrenar nos brinda algo de flexibilidad. Para las personas trasnochadoras, entrenar al final del día puede ser más satisfactorio y productivo.
Planificar una sesión de running antes de desayunar puede ser un reto, pero si decides salir a correr de noche, puedes reorganizar tu rutina por la mañana y centrarte en el día que tienes por delante.
Los entrenamientos por la tarde o de noche eliminan la presión de las sesiones de running por la mañana y te permiten empezar el día de forma más tranquila. Correr de noche puede ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad que has acumulado durante el día.
Para muchas personas, la tarde o la noche es el momento ideal para salir a correr, pero existe la creencia común que el ejercicio físico por la noche empeora la calidad del sueño, pero existen varios estudios que han demostrado que practicar deporte en las 4 horas previas a irse a dormir tiene un efecto positivo en el sueño, aumentando la percepción de la calidad del sueño, la duración y el tiempo transcurrido en la fase no REM del sueño. Dicha fase es especialmente importante para la reparación y el crecimiento muscular, así como para aliviar el estrés y la ansiedad.
A pesar de que el ejercicio intenso no tiene un impacto en la calidad general del sueño, se sigue recomendando evitar el ejercicio vigoroso una hora antes de ir a la cama. Así, el ritmo cardíaco, la temperatura corporal y los niveles de adrenalina tienen tiempo a estabilizarse antes de dormir.
En otras palabras, es más efectivo empezar un hábito nuevo que evitar uno antiguo. Sustituir el tiempo que pasas en el sofá con una sesión de running por la noche es una buena forma de crear hábitos saludables.
Además de los beneficios relacionados con la rutina diaria, la salud y la forma física, el running de noche puede servirte como una oportunidad para la autorreflexión, pero también como un ejercicio social. Tanto si corres en solitario, como si vas con más gente, toma las medidas de precaución necesarias y ten en cuenta el tiempo, la visibilidad y la seguridad personal.