El dolor de espalda entre corredores es muy común, especialmente entre corredores con menos experiencia, con una forma de correr incorrecta o con los músculos de la espalda y los glúteos débiles.
La espalda juega un papel muy importante a la hora de correr, cuando corres, debes mantener el cuerpo recto, a veces durante mucho rato y para conseguirlo, la espalda debe trabajar junto con el resto del cuerpo para mantenerte en movimiento y en posición recta. Si los músculos no están centrados en la tarea, puedes desarrollar dolor de espalda alta o dolor lumbar.
Las piernas, la fuerza del core, la flexibilidad y la coordinación juegan un papel esencial en la estabilidad de la zona lumbar, los músculos del core tienen que trabajar para apoyar la columna y la lumbar. Al correr, el core, las caderas, los glúteos y los isquiotibiales tienen que unir fuerzas para mantenerte estable. La lumbar tiene que trabajar aún más para mantenerte en posición recta y de pie, lo que puede provocar dolor o, en el peor de los casos, alguna lesión.
Si experimentas más dolor en la parte superior de la espalda que en la lumbar suele ser debido a la posición de la cabeza. Muy a menudo, el dolor en la parte superior de la espalda se debe a la posición de la cabeza por delante del cuerpo, causando tensión y estrés innecesarios en la zona superior de la espalda. Otro factor que puede causar dolor en la espalda alta son los brazos, ya que mantener los brazos demasiado presionados contra el cuerpo o demasiado elevados, o tensar los hombros en dirección a las orejas, puede provocar dolor en la parte superior de la espalda.
Para prevenir el dolor de espalda al correr, lo mejor que puedes hacer es trabajar la fuerza y la flexibilidad. Por esta razón, el entrenamiento cruzado, es decir incorporar ejercicios de fuerza en la rutina de running es tan importante. Si quieres hacer carreras de larga distancia, tienes que preparar el cuerpo fortaleciendo los músculos que mantienen el cuerpo en movimiento y en posición erguida.