Probablemente ya has escuchado la palabra HIIT (Entrenamiento de intervalos de alta intensidad) y es que es excelente porque reduce el tiempo de entrenamiento, quema calorías de manera eficiente y aumenta tu salud metabólica.
HIIT es un tipo de ejercicio que se puede hacer progresivamente, sin embargo si sientes que necesitas prepararte un poco más para estar listo, puedes comenzar con cardio un poco más intenso a un ritmo constante y cambiar gradualmente a un entrenamiento de intervalos.
Los intervalos se pueden llevar a cabo de muchas maneras, según los períodos de descanso preferidos y el tiempo que estés dispuesto a hacerlo. Puedes comenzar con una repetición a tu máximo esfuerzo por 20 segundos, seguido de 1 minuto y 40 segundos de descanso, o intentar hacer 1 minuto y 1 minuto de descanso. Si es la primera vez que haces HIIT, se recomienda comenzar con intervalos cortos de máximo esfuerzo, con un período de descanso que sea de dos a tres veces más largo que el intervalo de esfuerzo máximo.
El ejemplo más común de HIIT es correr: correr a máximo esfuerzo durante 20-30 segundos, seguido de 2-5 minutos de caminata rápida o trote moderado. Pero si correr no es tu actividad de preferencia, hay muchas opciones fuera de la pista para que lo logres.
Si aún no estás convencido, considera que se ha demostrado que 90 minutos de HIIT (completados en el transcurso de una semana, en tres sesiones de 30 minutos de esfuerzo de intervalos) produjeron los mismos beneficios que 5 horas de entrenamiento de resistencia (completado en el transcurso de una semana, en cinco sesiones de 40-60 minutos de esfuerzo constante). Entonces, ¿por qué no reducir el tiempo en el gimnasio a la mitad con HIIT?