Las agujetas o el dolor muscular de aparición tardía es el dolor del músculo esquelético que aparece como consecuencia a una actividad física de cierta intensidad a la que no estamos acostumbrados. El inicio del dolor se da a las 12-24 horas después de realizar la actividad, pero su pico de intensidad es a las 48 y puede prolongarse hasta 3 y 7 días, según la intensidad de las mismas.
Primero que nada, hay que recordar que lo mejor es prevenir su aparición y para esto lo mejor es planear perfectamente tu rutina de ejercicios y aumentar de manera paulatina su intensidad, ya que si vas con el ritmo adecuado conseguirás que no aparezcan estas molestias. Además, hay que recordar la importancia de calentar y estirar los músculos durante 10-15 minutos antes y después de la sesión de ejercicios, esto es fundamental no sólo para evitar las agujetas, sino también la aparición de las temidas lesiones.
Si aun así después de tu rutina deportiva aparecen estos dolores, lo que puedes hacer para que se pasen es lo siguiente:
Si las agujetas son suaves, bastará con una friega de agua caliente en la zona afectada de forma suave, así lograrás acelerar el riego sanguíneo y, por lo tanto, facilitar la recuperación en la zona dañada.
Cuando son moderadas, suelen ir acompañadas de una inflamación y para ello, es recomendable utilizar pomadas antiinflamatorias en la zona afectada, mejorando una vez más el riego sanguíneo y acelerando el proceso de recuperación. Como complemento puedes añadir baños de agua caliente acompañados de aceites esenciales, ya que además de mejorar la circulación, nos ayudará a relajarnos.
Por último, cuando las agujetas suelen ser muy fuertes, tendrás que evitar cualquier tipo de actividad. Los analgésicos suaves permitirán reducir el dolor, además de esto, puedes acompañarlo con duchas de agua fría, dirigiendo el chorro a la zona afectada.
Recuerda que te puedes apoyar consumiendo alimentos que sean ricos en magnesio, esto ayudará a acelerar el proceso, ya que nuestros músculos lo necesitan para volver a recuperar el estado natural en donde se encontraban.